La Vibrocompactación es una técnica de mejora del terreno por vibración profunda del suelo que produce la densificación de suelos no cohesivos con un vibrador en profundidad. Es una técnica desarrollada originalmente por Keller en la década de 1930, ampliamente utilizada y aplicable en suelos granulares con porcentajes de finos entre 10 y 15%.
Usos frecuentes
Proceso
La técnica consiste en la introducción de un equipo vibrador en el terreno hasta la profundidad deseada, el cual densifica el terreno circundante mediante la transmisión de un elevado nivel de energía vibratoria y debido al desplazamiento lateral del terreno.
La perforación se produce gracias al peso propio de todo el varillaje (tubos de extensión y vibrador) y al uso de “jets” o chorros de agua integrados a la parte inferior del vibrador. Una vez alcanzada la profundidad de tratamiento se continúa con la fase de densificación mediante subidas y bajadas del vibrador con desplazamientos verticales de aproximadamente 0,5 a 1 m.
El proceso de densificación se produce ayudado por el efecto combinado de los chorros de agua y la vibración inducida, a partir de los cuales se logra movilizar la fricción resistente entre los contactos de las partículas del suelo, obteniéndose un movimiento y reorganización de las partículas en una configuración más densa que la del suelo en su estado inicial. De este modo, se logra incrementar la densidad relativa de suelos granulares hasta valores del 70% al 85%, y como consecuencia se obtiene un importante incremento de su ángulo de rozamiento y rigidez.
La reducción de volumen obtenida mediante la densificación por vibrocompactación produce un nivel de asientos de aproximadamente del 15% del espesor del suelo tratado.
Habitualmente, esta reducción de volumen se compensa mediante la colocación de arena limpia, sin finos, vertida directamente en la superficie del punto de compactación, y de este modo rellenando el cráter producido tras el tratamiento.
Las características del terreno mejorado dependerán fundamentalmente del tipo de suelo, de la malla o espacio entre los puntos de compactación y del tiempo de compactación empleado. La separación entre los puntos de compactación habitualmente varía de 1,8 m a 3,5 m, pudiendo emplearse mallas triangulares o cuadradas.
Tras el tratamiento de suelos blandos mediante vibrocompactación es posible cimentar directamente la estructura de edificios, tanques, muelles y puertos, terraplenes, etc. Keller Cimentaciones cuenta con los equipos y la experiencia para la ejecución de tratamientos de vibrocompactación hasta profundidades de 50 m.
Ventajas
Garantía de calidad
Los vibradores empleados han sido diseñados y fabricados por el Grupo Keller.
El procedimiento de ejecución utilizado por Keller Cimentaciones para la vibrocompactación cuenta con equipos instrumentados con dispositivos y sistemas informáticos para la gestión, control y almacenamiento de todos los parámetros de ejecución en “tiempo real” (profundidad, energía consumida, tiempo de compactación, intensidad de compactación, etc). De este modo, se facilita un adecuado sistema de control que permite el cumplimiento de las especificaciones técnicas de cada proyecto.
También se pueden realizar pruebas de campo para verificar los parámetros de producción y la resistencia del terreno mejorado mediante ensayos geotécnicos in situ.